¿Quién fue Don Pedro García Aguilera?

Don Pedro García Aguilera, conocido popularmente como D. Pedro “Zapatero”, fue un maestro republicano represaliado por el régimen franquista. Nuestro instituto lleva su nombre como reconocimiento a la labor que ejerció en la Academia de Segunda Enseñanza, donde formó a jóvenes de Moratalla que no tenían medios para acceder de otra forma a una educación secundaria.

BIOGRAFÍA

Nació en Moratalla el 15 de Enero de 1.903 en el seno de una familia humilde.

Para que pudiera estudiar, tras la recomendación de su maestro d. Esteban Muñoz Ruiz, su familia tuvo que vender un pequeño pedazo de tierra que mantenía para su sustento. Cursó estudios en Moratalla en la Escuela Nacional de su citado maestro, e iba a examinarse a los institutos de Murcia y Albacete de Bachillerato. Terminó sus estudios de Magisterio en la Escuela Normal de Magisterio de Murcia a la edad de 16 años, marchándose posteriormente a Madrid a una residencia para proseguir estudios en matemáticas donde entró en contacto con componentes de la Institución Libre de Enseñanza de Giner de los Ríos. En Mayo de 1.925, ingresó por oposición en el Magisterio Nacional.

En Madrid conoce también a su mujer, Felisa Aciscla López Valero.

Al año siguiente, y estando de maestro en Cañete la Real (Málaga), nace la primera de sus hijas, a la que llama Aúrea (arco de oro), trasladándose posteriormente a su próximo destino, Matanzas, en Santomera, Región de Murcia, donde nace su segunda hija Victoria, volviendo a Moratalla como maestro hasta el año 1.934, en el cual vuelve a solicitar nuevamente destino, marchando a Almuñecar (Granada) junto a su familia, la

En Moratalla les espera un ambiente hostil debido al progreso de la guerra y sus consecuencias, y don Pedro se hace cargo, como director, de una guardería de niños refugiados en la Puebla de don Fadrique, hasta que es llamado a filas y se incorpora al Frente de Extremadura hasta el final de la guerra, siendo posteriormente encarcelado en la plaza de Toros de Ciudad Real junto a algunos paisanos, donde el hambre acechaba a la espera de los correspondientes informes de depuración.

Tras su liberación, vuelve a Moratalla junto a algunos compañeros, y es represaliado por milicianos en el lugar conocido como el “banco de herrar”, donde de nuevo cae preso y pasa cautiverio, esta vez en el Ayuntamiento. De allí lo trasladan al Castillo de Moratalla, improvisado presidio de “rojos” que son excarcelados puntualmente para la realización de trabajos forzados como medio de humillación pública. Conocida es la frase de don Pedro transmitida entre generaciones de forma oral, en la que estando junto a otros presos excavando el alcantarillado de la Calle Mayor, respondió: “más vale tener callos en las manos que en el corazón” a las insolencias y burlas de algunos personajes que ocupaban el casino de la localidad, y que contemplaban sus manos afanadas en tales menesteres.

También soportó cárcel en el Castillo de Caravaca, sin conocer la familia denuncia ni motivos de tal presidio. De ahí es trasladado a la cárcel de Granada, donde fue juzgado y sentenciado a 12 años y un día de cautiverio.

Tras un periodo de cárcel, vuelve a Moratalla, donde de nuevo ejerce de maestro, esta vez de forma particular, como respuesta a las peticiones de sus conciudadanos para que enseñara a sus hijos, clases que comienza junto a otros maestros como d. German Teruel, fundando la Academia de Segunda Enseñanza, y que suplió la carencia de esta institución en la localidad y facilitó el acceso a esos estudios a una multitud de jóvenes cuyas familias carecían de medios para desplazarse, ya que en Diciembre del año 1.939 fue retirado del Magisterio y no fue restituido hasta Enero de 1.972.

En el año 1.971, viendo un día la televisión, reconoce a d. Francisco Ruíz Jarobo, presidente del Tribunal Supremo y antiguo compañero de la residencia de estudiantes en Madrid, a quien escribe exponiéndole su situación. Es rehabilitado en su plaza de maestro en Diciembre del año 1.971, tras 32 años apartado del ejercicio oficial de la enseñanza por expediente de depuración. En 1.972 le adjudican escuela en Benizar, y más tarde en su pueblo, jubilándose forzosamente a los setenta años, aunque siguió ofreciendo sus conocimientos a quien los demandaba, pues decía que la formación era la base de una sociedad libre. Murió el 4 de Febrero de 1.983 en su pueblo.

La memoria de don “Pedro Zapatero” tiene merecido homenaje por parte de las gentes de Moratalla reflejado en una calle de esta localidad, y en la denominación del Instituto de Enseñanza Secundaria, cuya semilla representó la Academia de Segunda Enseñanza  que cofundó.